La fertilización foliar es la aplicación de nutrientes a través de las hojas, para corregir, aumentar disponibilidad y suplir la falta o deficiencia de algunos elementos que no lograron ser absorbidos de manera eficiente por las raíces de la planta por condiciones varias (pH de suelo, estrés por temperatura, humedad, enfermedades radiculares, presencia de plagas, desequilibrios de nutrientes en el suelo, etc.).
La fertilización foliar es una de las formas más eficientes de proveer a los cultivos de algunos elementos específicos durante las etapas fisiológicas críticas de crecimiento y desarrollo (levante, floración y producción); siendo claves en el aumento de la productividad de los mismos.
Por lo tanto, un fertilizante foliar efectivo (excelente calidad), apoyado en una asesoría técnica responsable (dosificación, elemento nutricional requerido y etapa fisiología indicada) y una correcta aplicación (equipos y forma de aplicación apropiado), promueve un mejor estado sanitario de las plantas en general, y el incremento en el rendimiento de los cultivos.
Hasta aquí, no hay nada de novedad frente a estas definiciones, sin embargo, a continuación, se presentan los 7 secretos de altísima relevancia en la fertilización foliar, y que es fundamental conocerlos, para lograr visualizar y obtener el máximo beneficio de este tipo de nutrición.
Todos los fertilizantes foliares deben ser hidrosolubles (o solubles en agua)
Esta condición es fundamental, ya que es la única forma en la cual el fertilizante tiene la oportunidad real de ser absorbido por las hojas (por cualquiera de las 3 vías posibles: los estomas, los poros transcuticulares y las grietas de la cutícula).
Es importante tener presente que tanto los estomas como los poros transcuticulares y las grietas no producen cera, pero si contienen agua en su interior, por lo tanto, para garantizar el ingreso de cualquier fertilizante foliar, éste debe ser soluble en
agua (o de lo contrario no es viable su ingreso).
Nota 1: De las 3 posibles vías de acceso, los poros transcuticulares son la principal vía de ingreso de la nutrición foliar, debido a la abundancia y al área en la cutícula de la hoja, comparado contra el número de estomas y grietas cuticulares (son más en cantidad y cubren una superficie foliar mucho mayor).
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